Josep Vicent Marqués (Foto Efe) Fallece el sociólogo y escritor valenciano Josep Vicent Marqués
Valencia, 4 jun (EFE).- El sociólogo, escritor, articulista y profesor de la Universitat de València Josep Vicent Marqués ha fallecido hoy en Valencia a los 65 años, según ha informado la institución académica.
El funeral se celebrará a las 15.30 horas de mañana en el crematorio del cementerio municipal de Valencia, han añadido las mismas fuentes, que expresan también el pesar del rectorado y de profesores, personal y estudiantes de la Universidad por su pérdida.
Marqués, nacido en Valencia en 1943, era actualmente profesor del Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València.
Licenciado en Filosofía y Letras, se inició en la sociología de forma autodidacta, y su actividad fue después tanto docente como de colaboración con diversos medios de comunicación.
Fue el caso de publicaciones como "El Viejo Topo" y "El País", del programa de Radio 1 de RNE "Día a día, paso a paso", y de la tertulia del programa "Día a día", presentado por María Teresa Campos en Tele 5.
Entre sus numerosos ensayos figuran "Pais perplex" (1974), "Ecología y lucha de clases" (1978), "Qué hace el poder en tu cama?" (1981), "Amors impossibles" (1983), "La llum i el caos" (1990) o "Curso elemental para varones sensibles y machistas recuperados" (1991).
Participó activamente en la vida política valenciana como miembro del Partit Socialista Valenciá y se interesó especialmente por temas como la marginación social y el ecologismo.
En las elecciones generales de marzo de 1979 se presentó como candidato independiente al Senado por Valencia, pero no obtuvo escaño.
El sociólogo, que destacó por su apoyo a la igualdad entre sexos, obtuvo ente otros galardones el accésit al premio "Estropajo" de la Asociación Ágora Feminista de Madrid (marzo de 1988); "Violeta" del Colectivo Escuela No Sexista de Murcia (enero de 1990), y "Comadre de Oro" de la tertulia feminista gijonesa "Las Comadres" (febrero de 1990).
Fue premiado asimismo con el "Triángulo rosa" del Colectivo Gay de Madrid y del Colectivo de Feministas Lesbianas de Madrid (junio de 1990); con el "Lirio" de la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña (junio de 1995), y el "Rey Pere" de los Premios Sant Jordi de Barcelona, por su obra "La bona taula" ("La buena mesa", sobre gastronomía comparada).
Además, fue el guionista del vídeo "Es divertido, pero no un juego" (1995), sobre la prevención de embarazos no deseados.
Hasta aquí la noticia publicada, Josep Vicent era primo mío, compartimos una familia distante y por lo tanto la distancia, aunque siempre sentí una gran admiración por él y su forma de ser, fisicamente éramos muy parecidos hasta el punto de creer mucha gente que éramos hermanos.
Por suerte para mí, era fácil seguirle la pista, por sus publicaciones, sus artículos, sus conferencias, recuerdo muy bien aquella campaña electoral a la que se presentó a senador y cuyo lema era: "Ni fem, ni fam, ni fum", verdadero adelantado en la concienciación ecológica y social, en una España que salía de una dictadura que había sufrido en sus propias carnes. Era diez años mayor que yo, por lo que sentía por él un respeto casi reverencial, como de alumno a profesor, pasaron los años y la distancia física se incrementó, fijó su residencia en Madrid y eran pocas las ocasiones en que pude verlo por aquí, por nuestra tierra, por nuestro país.
Hace pocos años y en parte gracias a amigos políticos comunes nos reencontramos y charlamos largo y tendido de nuestra familia, de nuestros recuerdos, de nuestras ideas, la salud ya le escaseaba y había hecho mella en su físico, ya no nos parecíamos tanto y sin embargo descubrimos que aparte la apariencia, teníamos parecidos muy grandes en algunas cosas. Aquel reencuentro fue como una llave que abriera puertas cerradas mucho tiempo, curiosamente empezamos a encontrarnos por la calle en distintos y apartados lugares de nuestra Valencia, pero en los que manteníamos vínculos, aunque por separado, eran verdaderas e irracionales casualidades, llegamos a comentar si no serían encuentros en la tercera fase.
Hace algún tiempo lo volví a perder, ya no me encontraba con él, los amigos comunes no sabían darme razón y hace escasamente una semana llegó a mi pensamiento de una forma constante su recuerdo, me producía cierta desazón no saber de él desde hacía tiempo, hoy desgraciadamente he conocido su tránsito a través de internet, ya no podremos recordar las anécdotas familiares.
El País se quedará perplejo con su ausencia, por suerte nos quedan sus libros.