jueves, 12 de junio de 2008

El fin del mundo o algo parecido



Hoy he ido a comprar tabaco de la marca que fumo y no quedaba en ningún estanco, la huelga del transporte, ya sabe.

Este mes revisan mi hipoteca y el Euribor más alto que nunca, buff...

El coche lo llevo en reserva, no se si podré repostar, bien por desabastecimiento de las gasolineras o por extenuación de bolsillo, joder como están las cosas.

Si no pongo gasolina al coche no podré ir a la casita que tengo en el campo y en cuyo terreno he plantado 10 tomateras y cinco plantas de calabacines y además ahora que ha dejado de llover lo mismo se me secan, yo que esperaba los frutos de esas matas para hacerme ensaladas y jugosas tortillas...

En fin, esperando el fin de semana y parece que sea el fin del mundo.

En el periódico he leído que una mujer se llevó 90 litros de leche de un super, por si acaso, que tontería, si esto es el fin del mundo ¿para qué querrá tanta leche?

A veces me imagino, que si llega el fin del mundo, será así, sin tiempo para el arrepentimiento, con tiempo sólo de hacer tonterías y de darte cuenta de eso, de que haces tonterías.

Nostradamus, San Malaquías y toda la corte de agoreros ya nos avisaban y nosotros sin hacer caso, plantando tomateras y encima no puedo fumar, lo cual es bueno para la salud, pero a buenas horas mangas verdes, cuando lo mismo da.

La verdad es que en el trabajo no nos han dado permiso para tener tiempo de ponernos en paz con nuestras conciencias y prepararnos para cuando llegue el momento final y mañana tendré que ir al curro, como los últimos cuarenta años y en el banco no me quieren devolver las aportaciones al plan de pensiones, como si no supieran que el fin del mundo será como una jubilación, pero sin prestaciones, ni tan siquiera una pensión no contributiva.

Bueno mañana a trabajar, no sea que se retrase este asunto y nos quedemos sin leche para el desayuno, de momento tendré que ir a la gasolinera para poder mover el coche y si encuentro gasolina y la puedo pagar me iré a ver las tomateras y a regarlas si hace falta, me han dicho que son de una clase que hace unos tomates deliciosos... ah, y en la máquina del bar de la esquina les queda tabaco, aunque no de mi marca.

6 comentarios:

MsNice dijo...

y yo me pregunto ¿qué hace una con 90 litros de leche? ¿es que era quesera la buena mujer? porque la leche, como los huevos, se pierde si no la gastas.

Ajenjo dijo...

Ni te cuento la señora con un montón de paquetes de pan de molde que caducan en una semana!

Ajenjo dijo...

Y digo yo, que lo malo del fin del mundo ("según lo conocemos") es que llegará sin 24 horas de preaviso, como dices, porque, aunque me arriesgara al infierno, me encataria plantarle en la cara cierto gesto obsceno a cierta gente ;). Pero me temo que no tendré el gusto

Tono Giménez dijo...

Tendría gracia el tema de la acaparación si no fuera por lo que tiene de insolidario y egoista. Hay que ver la cantidad de cosas que la gente es capaz de almacenar aunque no le hagan ni puñetera falta y aunque las tengan que tirar cumplida su fecha de validez y no me refiero solo a productos alimentarios, llámese agendas, medicamentos, llaveros e incluso puros de las bodas que no perdonan ni los no fumadores y que se van apolillando en la obscuridad de un cajón sin que nadie los disfrute.

Tono Giménez dijo...

El tema del preaviso ante el fin del mundo, sería la confianza en si esta vez era la buena, me imagino haciendo pedorretas al jefe después de haber pedido un anticipo del sueldo para gastártelo en un plis plas y encontrarte que el profeta de turno, como hasta ahora ha pasado, haber errado en los cálculos y producirse un aplazamiento sine die del fin, me parece que eso si sería una catástrofe.

MsNice dijo...

Oye, los puros (viejos) dádmelos a mi que van muy bien para librarse de los chupópteros de las plantas. Ea que a todo se le saca partido.