El espaldarazo definitivo para la configuración de la plaza en su forma moderna lo marca la construcción de la nueva fachada del ayuntamiento a partir de 1905 y la del vecino edificio de Correos en 1922. Pero la verdadera transformación llegó con la II República y arquitectónicamente, con Javier Goerlich y su "Tortada". La plaza -que hasta ese momento ya sumaba tres formatos distintos- quedó en estos momentos con su actual forma de triángulo irregular y en el centro Goerlich proyectó un macizo central con un mercado de flores subterráneo. Fue en 1933 pero no duró ni treinta. Bajo mandato de Rincón de Arellano, en 1961, fue derribada y la plaza -entonces del Caudillo- adoptó una nueva configuración.
Mientras todas estas transformaciones urbanísticas se sucedían y llegaban al poder distintos regímenes, la rotulación de la plaza también iba cambiando: General Espartero en 1840, Reina Isabel en 1843, Libertad en 1868, Emilio Castelar... Antes de 1930, había tenido otros que nominaban partes de la plaza luego absorbidos por ésta, Blasco Ibáñez incluso durante un pequeño periodo de tiempo. Llegó la dictadura y pasó a llamarse del Caudillo, para en domocracia denominarse del Pais Valenciano y por presión de los valencianistas llegamos a la actual denominación.
Mientras todas estas transformaciones urbanísticas se sucedían y llegaban al poder distintos regímenes, la rotulación de la plaza también iba cambiando: General Espartero en 1840, Reina Isabel en 1843, Libertad en 1868, Emilio Castelar... Antes de 1930, había tenido otros que nominaban partes de la plaza luego absorbidos por ésta, Blasco Ibáñez incluso durante un pequeño periodo de tiempo. Llegó la dictadura y pasó a llamarse del Caudillo, para en domocracia denominarse del Pais Valenciano y por presión de los valencianistas llegamos a la actual denominación.
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