Lluis Alcanys, nacido no se sabe cuando, no se sabe donde, aunque con toda probabilidad fue en Xàtiva (Valencia) en la primera mitad del siglo XV y quemado en la hoguera en la plaza de la Seo de Valencia en la noche del 23 de noviembre de 1506, acusado por la Inquisición de pertinaz, relapso y judaizante, ostentó la primera Cátedra de Medicina y Cirugía de la Universidad de Valencia.
En 1467 ya tenía un reconocido prestigio médico al ser nombrado por el Consejo Municipal de la Ciudad, como miembro del Tribunal Examinador de Médicos, órgano regulador del ejercicio de la medicina en Valencia, cargo para el que fue designado en diversas ocasiones, en 1468 fue nombrado Cirujano Real de Fernando el Católico, en 1469 Maestro Lector de la recién creada escuela de Cirugía puesto que ocupó de 1472 a 1487, en 1474 participo en el “Llibre de Trobes en Llaors de la Verge Maria”, primer libro impreso en Valencia, en 1490 se publica su primer libro profesional, “Regiment preservatiu e cuaratiu de la pestilencia”, en 1499 fue nombrado para ocupar “la cadira de medecina e cirugía”, primera cátedra de la facultad de Medicina del “Estudi General”, precusor de la Universidad de Valencia, fundada en 1502 con Bula Pontificia.
Pertenecía a una familia conversa, su padre notario, cobraba los impuestos a los conversos en Xàtiva; su segunda esposa Elionor Esparça también era conversa, su padre fue quemado en efigie al haber muerto ya cuando fue condenado, desde 1483 fue perseguida sin piedad por la Inquisición, hasta el punto que en el mismo año se acogió al Edicto de Grácia, confesando la práctica de ritos judíos, mostrando su arrepentimiento y su fe en Cristo, con el fin de librarse de la persecución, sin embargo fue contraproducente pues significó la implicación de Lluis, tratando desde entonces de conseguir incriminaciones mutuas de ambos conyugues, acusaciones que no consiguieron hasta que el 14 de marzo de 1505, Elionor, confiesa e implica a Lluis, el 31 Lluis bajo tortura confirma las practicas judaizantes de su esposa y de su hija Aldonça, la suerte está echada.
El 19 de septiembre de 1505 Elionor Esparça, muere en auto de fe en la plaza de la Seo, su condena a muerte “por pertinaç, negativa y relapsa” la lleva a la hoguera. El 23 de noviembre de 1506, poco más de un año después Lluis Alcañis, sigue la misma suerte.
Las acusaciones que hacen los testigos de cargo son tan surrealistas, al menos para nuestros tiempos, como: “no haberles visto comer tocino”, “haber visto un pernil en la cocina del que solo comía Lluis de la parte magra y pasándolo por el horno”, “procuraban no trabajar los sábados”, “encendían los candiles el viernes por la noche con mechas nuevas”…, los testimonios de los testigos de la defensa eran del mismo tenor: “en una ocasión vieron comer sobrasada a la hija mayor”, “Elionor compró tocino en una ocasión aunque no podían asegurar que lo comiera”, “los sábados comían en la parte baja de la casa para limpiar la parte alta y tenerla en condiciones los domingos”…
Toda una sinrazón, ayer precisamente nuestro ínclito cardenal , presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) cardenal de Madrid, Antonio Rouco Varela, volvía a cargar contra el Estado moderno que "en su versión laica radical" desembocó en el siglo XX en el comunismo y el nazismo, y ha asegurado que la posmodernidad "ha agravado la concepción moderna del hombre, de la sociedad y del orden político-jurídico en sus aspectos más negativos".
Hoy en día es difícil encontrar referencias de Lluis Alcanys (Luis Alcañiz) en internet, su nombre puesto a varias calles en la provincia de Valencia y al Hospital de Xàtiva, son mudos testigos del personaje, por suerte sus libros y el proceso inquisitorial completo se conservan.
jueves, 16 de octubre de 2008
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2 comentarios:
Desde Alcanys hasta el desventurado maestro Ripoll, más de tres siglos de barbarie represiva de las ideas avanzadas. Y aunque hoy, por suerte, los hombres de iglesia no tienen ya en sus manos la vida de quienes discrepan de sus ideas (¡qué más quisieran algunos!), el espíritu con que persiguen todo intento de ejercer y difundir una sana libertad de criterio es el mismo de siempre. Oscurantismo y fanatismo al estado puro.
Gracias por volver a escribir artículos tan interesantes como éste.
Gracias por tu seguimiento, a pesar de mis ausencias.
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